Taller de esculturas y restauración El Cristo Roto

Arte religioso, en especial los Divinos Niños. Javier Lliguin tiene 15 años trabajando en madera y a través de esta labor promueve las tradiciones riobambeñas.

¿Qué debes saber?

  • Las obras que más se demandan son los “Divinos Niños”, el recién nacido.
  • Los precios de los vestidos varían de acuerdo al gusto del cliente.
  • Atiende de lunes a sábado de 9am a 7pm
  • Lo encuentras en Olmedo 19 60 y Espejo y en su local ofrece:
    • Restauración de figuras
    • Limosna imágenes nuevas (yeso, resina y madera)
    • Mantos religiosos
    • Sillas
    • Cunas
    • Elaboración de todo tipo de imágenes religiosas
    • Maquillaje facial para emergencias

Arte religioso de Riobamba

Javier se dedica a la restauración y escultura de imágenes religiosas, a los 15 años trabajaba en una carpintería en la que se tallaban muebles estilo Luis XV, fue ahí donde aprendió a manipular las herramientas.

El tiempo pasó y la vida le tenía deparado un oficio en la misma rama, ya que por un tiempo fue a trabajar en el convento con las Madres de la Providencia, allí una religiosa vio talento y habilidad en él y le dio a restaurar un pequeño niño Dios.

Al ver que lo hizo muy bien le encargó la restauración de otras obras, que también tuvieron buen resultado. A partir de ese momento se dedicó a este oficio.

En diciembre, cuando la demanda aumenta, sus dos hijos le suelen colaborar y ayudar con los pedidos y el trabajo, sin embargo la tradición inició con él.

Christopher es hijo de Javier y dibuja, tiene mucha habilidad y su padre espera que en algún momento pueda tomar la posta del oficio y hacerlo trascender.

La actividad de Javier es importante para mantener la tradición y costumbres riobambeñas, puesto que él es quien restaura las imágenes para los famosos pases del niño riobambeños.

Javier nos cuenta un poco del proceso de su trabajo: inicia con la entrega de la pieza a restaurar por parte del cliente, entonces quita las capas de pintura, le deja en madera y encapsula después de un tratamiento, lo pule, lija y le da una especie de lacado para volverlo a lijar y finalmente darle vida con pinturas.

Eso naturalmente ya es parte del genio de Javier, del tiempo y de lo que día a día ha ido aprendiendo de su arte. Nos cuenta que el trabajo es muy largo y puntilloso, dura mínimo de 3 semanas a 1 mes para cada figura.

Este artesano considera importante el trabajo que hace porque así logra que la religiosidad y lo simbólico se mantengan y perduren por generaciones. No sólo restaura las figuras religiosas, sino que junto a su esposa,  elaboran las prendas para las mismas.

Javier tiene gran afecto por 2 imágenes que hizo, la primera fue para la Iglesia del Belén, un cristo de 1m y la segunda es una imagen para un grupo de devotos de la Virgen del Huaico

Sus manos hábiles garantizan un trabajo hermoso lleno de cariño y dedicación.




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